Es el siglo XXI y vivimos muy ocupados en una sociedad de usar y tirar donde el plástico es bastante práctico (seamos realistas). Sin embargo, los cinco océanos y también el estómago de ballenas, aves marinas y peces están llenos de basura. No suena nada bien ¿verdad? Por suerte hay otra manera de hacer las cosas sin destruir el planeta: te presentamos el estilo de vida Zero Waste o residuos cero. El concepto Zero Waste es una forma de vida basada en no generar basura. Sabemos que esto puede parecer bastante raro al principio, así que hemos entrevistado a la bloguera Khristina Santos (La Vida Uve) para que nos cuente un poco más sobre este tema.
¿Por qué decidiste cambiar a un estilo de vida Zero Waste?
Me enteré del movimiento Zero Waste a principios del año pasado, en 2016, después de comenzar a ser vegana. Mi transición al veganismo me hizo querer saber más sobre sostenibilidad y formas de reducir mi huella ambiental … y así descubrí a Lauren Singer y su charla de TEDx. Estaba tan sorprendida al ver que una chica tan normal podía vivir una vida generando cero basura, sin complicaciones enormes ni un montón de dinero, que me di cuenta de que cualquier persona, incluida yo misma, podía unirse al cambio.
El plástico es un gran problema para el medio ambiente, así como para nuestra salud. Tarda siglos en desaparecer, contamina nuestra tierra y nuestros océanos y mata a muchísimos animales! Pero va más allá de eso; nos ha conducido a un sistema de consumismo sin sentido donde compramos cosas que no necesitamos, a menudo sobre-envasadas, que arrojamos y convertimos en basura en cuestión de minutos. Tiene mucho más sentido para el planeta, para nuestros recursos y para nuestra cartera invertir en productos reutilizables de otros materiales que nos durarán toda la vida.
¿Cuáles fueron los productos más fáciles y difíciles de renunciar?
¡Sorprendentemente, no he tenido que renunciar a muchas cosas! Solo he tenido que hacer algunos cambios, que han acabado mejorando mi salud. Por ejemplo, ahora hago galletas, palomitas y patatas fritas caseras… ¡e incluso leche de almendras! El cambio a los cosméticos caseros también ha sido realmente fácil; hacer tu propia pasta de dientes o crema hidratante te ahorra mucho dinero y puede ser muy divertido!
Hay algunos productos, sin embargo, a los que sí he tenido que renunciar. Las frambuesas y los arándanos, por ejemplo, no se venden en mi ciudad sin plástico. Lo mismo ocurre con algunos productos veganos o cierta comida que sólo viene envasada. Todavía tengo esperanza de encontrar estos productos a granel algún día!
¿Cuánta basura produces a la semana?
¡Muy poca! La mayoría de las semanas sólo tengo residuos orgánicos, con los que hago compost. Sin embargo, cuando me quedo sin algún producto al que aún no he sido capaz de encontrar una alternativa, como el bicarbonato de sodio, acabo generando el residuo del envase. También, de vez en cuando, acumulo pegatinas que vienen en las frutas o un par de tiritas. ¡Aún sigo trabajando en ello!
«Vivir sin generar basura es más caro y lleva mucho más tiempo» ¿qué tienes que decir al respecto?
Definitivamente no estoy de acuerdo. Lo que más me sorprendió cuando descubrí por primera vez el movimiento Zero Waste fue que no necesitas ser rico o vivir una vida estilo año sabático. En realidad, no se trata sólo de tratar de reducir los desechos tanto como sea posible, sino también de valorar el minimalismo y la simplicidad.
Sólo se necesita un poco de previsión para no encontrarte en una situación en la que te veas obligada a consumir plástico; llevar una bolsa de tela contigo, una taza o pajita reutilizable, tu propia cubertería … realmente te acostumbras, y termina por no llevar nada de tiempo. Además, como he dicho antes, reemplazar muchos artículos por unos pocos productos reutilizables, a la larga, te ayuda a ahorrar dinero.
Si bien es cierto que hornear tu propio pan no se ajusta al horario de todos, el hacer tus propios productos a menudo resulta más rápido que ir a la tienda. Y es, sin duda, más barato: sólo necesitas un par de ingredientes, como el aceite de coco o bicarbonato de sodio.
El precio tan barato del plástico nos ha hecho creer que tenemos suficiente dinero para comprar muchas cosas, pero no es real. Estamos desperdiciando un montón de dinero en cosas que serán basura en sólo diez minutos o en unas pocas semanas. Vivir Zero Waste te ayuda a pagar el precio real (a menudo más bajo) de lo que estás comprando, y te hace ver más claramente lo que estás poniendo en tu cuerpo y en tu vida. Al igual que sucede con los alimentos orgánicos o con la industria de la moda rápida, deberíamos preguntarnos por qué la opción común es tan barata, en vez de por qué la opción «saludable» o «buena» es tan cara.
¿Crees que un estilo de vida Zero Waste está relacionado con el veganismo?
La mayoría de las causas ambientales están relacionadas, y éstas no son una excepción. La industria cárnica, además de ser uno de los principales motivos del calentamiento global, produce una gran cantidad de residuos (especialmente por su vínculo con la comida rápida). Además, tratar a los animales como meros productos nos induce a una mentalidad peligrosa donde la comodidad y la auto-satisfacción son más importantes que proteger el planeta y respetar nuestras comunidades y recursos naturales.
Por supuesto, he visto a muchas personas en la comunidad Zero Waste que no son veganas o vegetarianas, y viceversa, pero creo que si estás viviendo este estilo de vida por razones ambientales, es inevitable encontrar la conexión entre ambos temas.
Por último, nombra algunos productos que no sabías que existían antes de comenzar este estilo de vida y que ahora no puedes dejar de utilizar.
No conocía las mason jars, los champús sólidos y las pajitas reutilizables; ¡ahora son básicos para mí! Además, la versatilidad del aceite de coco me sorprendió por completo: lo uso como desmaquillante, aceite corporal, crema hidratante facial, aftersun, crema de depilar, pasta de dientes, bálsamo labial, crema para las manos … ¡Ya no puedo imaginar mi vida sin él!
Acerca de Khristina Santos: Khristina es estudiante de Periodismo y Comunicación Audiovisual. Reside actualmente en España, pero también ha vivido en Noruega. Además de comunicar, sus grandes pasiones son la sostenibilidad, la etología y la justicia social. Ha trabajado como editora para una revista noruega y como Community Manager para varias organizaciones benéficas. Puedes encontrar aquí su blog, Facebook, Instagram o Twitter
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Muy bien. Ojalà cada vez seamos màs. No soy vegetariana ni vegana. No descarto serlo (vegetariana ) en el futuro, pero hay muchísima gente como yo, que intenta llevar una vida sin residuos y no es vegetariana, eso sí, en mi caso generalmente compro huevos ecológicos o de campo y pollos de campo. Besos.
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Si, como dice Khris ambas cosas no van juntas pero pueden están relacionadas. Es cierto que cada vez somos más los que nos preocupamos por la cantidad de residuos que producimos! Muchas gracias por tu comentario 🙂
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